domingo, 18 de octubre de 2020

No lo dudes, hazlo

 Decir que el tiempo pasa rápido es una obviedad, un contrasentido o las dos cosas a la vez. La noción de tiempo es una construcción artificial, cuya percepción cambia en función de la manera en que la midamos y nos lleva a preguntarnos si realmente existe. Si el tiempo fuera como un río que poder remontar navegando a contracorriente, me gustaría retroceder once años y entregarme una carta a mí mismo, o más bien, a quien todavía duda en coger un avión que le llevará a Dijon y cambiará el resto de su vida.

 

No lo dudes, hazlo. Porque no tardarás en acostumbrarte a la sensación de vértigo que ahora te revuelve el estómago, mientras piensas que no estás preparado para un cambio tan radical. Ten en cuenta que al primer paso siempre le seguirá el siguiente, que las puertas se te abrirán una tras otra y que vas a provocar una larga cadena de acontecimientos con maravillosas consecuencias. Lo más importante es que sepas adaptarte a cada momento. Para conseguirlo, solo necesitas confiar en que lo mejor siempre está por llegar.

 

No te entristezcas por lo que dejas atrás. Piensa que, como todo en esta vida, forma parte de un ciclo de aprendizaje. Que lo ya vivido, si sabes atesorarlo bien, te acompañará durante el resto de tu existencia. Si no valoras esa experiencia como debes y no dejas el espacio suficiente para que lo inesperado se pueda instalar, no podrás evolucionar. Tal vez la mayor inteligencia a la que podamos aspirar sea saber adaptarnos al cambio, pues éste es la única constante en nuestras vidas. Y el viaje sin billete de vuelta que estás a punto de iniciar es la mejor prueba de ello.

 

No lo dudes, hazlo. Porque gozas de un estado físico y mental que no volverás a tener. Tu energía es desbordante, aunque no te lo parezca: sírvete de ella para llegar más lejos que nunca antes. Acabas de terminar una carrera universitaria, el telón de la vida se abre ante ti y todo es posible, aunque no lo sepas o no quieras convencerte. Sé consciente de ello. No te preocupes si te digo que esa energía irá disminuyendo progresivamente, sin que te des cuenta, así que aprovéchala mientras circule con fuerza por tus venas. Y no te subestimes.

 

No lo dudes, hazlo. Porque tu familia y amigos seguirán estando ahí, a pesar de la distancia, y te recibirán con los brazos abiertos cada vez que vuelvas por vacaciones. No tengas miedo de perderles. No te voy a mentir diciéndote que las relaciones no se enfriarán, pero te puedo confirmar que la euforia es mayor cuando los encuentros escasean y se esperan con impaciencia. Que sentirás que el tiempo se detiene cada vez que les vuelvas a abrazar. Que la tecnología hará la distancia más llevadera, pues multiplicará las formas de comunicación y nos hará sentir más conectados que nunca.

 

No te hundas cuando llegues y te encuentres solo, en un lugar desconocido, pensando en quienes ya no están a tu lado. Esos momentos de soledad pasarán tan rápido, que no tardarás en olvidarlos. Déjate sorprender por la amabilidad de quienes encontrarás en tu camino y te cogerán de la mano para ayudarte, mostrándote lo que aún ignoras.

 

No lo dudes, hazlo. Porque es lo más importante, y estimulante, que te puede suceder en estos momentos. El punto de inflexión al que ahora te enfrentas, tenía que llegar, tarde o temprano. Así que debes conservar una mente abierta y estar preparado para todo. Sé que tienes miedo a que todas tus certezas desaparezcan, pero solo serán sustituidas por otras que, a su vez, se verán renovadas cuando llegue su hora. Porque todo acaba cambiando y cuanto antes lo asumas, mejor te adaptarás.

 

No lo dudes, hazlo. Porque todo es posible y, aunque suene a trillada frase de ánimo, solo necesitas un poco de confianza en ti y en el futuro para conseguir todo lo que te propongas. Te lo digo porque no son simples palabras vacías, porque sé por lo que vas a pasar y te aseguro que es lo mejor que te puede suceder en la vida.